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El arte de, con menos, conseguir más, por Lobo Carrasco

Empató el Madrid, ganó el Atleti y Xavi repitió el últimoE once cargado de razones para intentar la triple victoria. Delante, el Girona valiente de Míchel decidido a mantenerse en la cima. Como escribí en la previa, el empate no lo contemplaba ni los anfitriones ni los visitantes.

Las sensaciones en los prolegómenos eran de partido grande y la realidad es que el equipo sorpresa de LaLiga dio otro golpe. Sin renunciar a su mejor once dispuesto a repetir el abundante juego vertical que despliega, sus tres centrales tuvieron que trabajar pero siempre deseando salir a posiciones más altas.

El Barça fue más protagonista con la pelota en este primer tiempo aunque con dos graves problemas: no conseguir goles en jugadas acabadas en área de Gazzaniga y defender sin marcas férreas (sin previsión) mientras atacaba. Y eso lo castigó el Girona, minuto 19’, con un simple pase de Yan Couto para la carrera de Tsygankov y el posteriór remate de Dovbyk. El 0-1 era injusto pero bien conseguido por un equipo que supo LEER muy bien las distintas fases del partido.

Volvió a la pelota el Barça con De Jong, Gündogan y Pedri moviéndola pero David López, Eric García y Blind las ganaban casi todas. La única, el córner con gol de cabeza firmado por Lewandowski. Empate.

Debilidad e insistencia

Viendo al Girona juntando líneas atrás, para defenderse del buen ritmo ofensivo blaugrana, los de Xavi creyeron que la superioridad quedaría plasmada en el tiempo y en el numerador.

No sucedió porque llegó el segundo revés anunciado por la reiteración de Miguel Gutiérrez ante la debilidad del ayer ‘desconocido’ Jules Koundé.

Que meta el 1-2 haciéndolo el mismo jugador y a la tercera, muy mal defendido el pasillo interno pese a la elogiable acumulación de jugadores adversarios cerca o dentro del área de Iñaki Peña. Era el minuto 40’ y el Girona veía que sin tener a Savinho, Dovbyk y Tsygankov ‘on fire’, era capaz de ir por delante. Descanso para reparar las averías.

Desde la reanudación, los de Xavi probaron chutar más desde el borde del área para, así, añadir una posibilidad más para alcanzar el gol.

Pero en el segundo acto aumentó el nivel de jugadores clave en el esquema de Míchel y el Barça los sufrió. Con Aleix García, con Iván Martín y el brasileño Savinho, los ataques fueron más continuos y la tenencia de la pelota más larga.

Se desata el Girona

El duelo fue espectacular desde el punto de vista técnico. El Barça se acercaba al gol pero contra esa insistencia el Girona aplicaba la fórmula de las posesiones largas. Una vez pasado el empuje de Cancelo, Gündogan, Raphinha, Pedri, De Jong, Lewandowski y resto de los jugadores de Xavi, el conjunto visitante ponía dirección al área blaugrana. Gazzaniga salvó el empate y cuando el Barça no juntó sus líneas en campo propio, el Girona desató el delirio con el 1-3 obra de Valery.

Con los cambios no mejoró el Barça y sí el Girona.

Al final, Gündogan también premió su insistencia con el 2-3, Lewandowski falló el empate a tres y Stuani rubricó el 2-4. Espectacular Girona con la pelota.

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